Otros viajeros

0

Una aproximación a Bolivia en 46 días

Mario Daniel Villagra
Fotos de: Mario Daniel Villagra
Sin caer en el romanticismo, tengo la sensación de que andar por el corazón de América del Sur, hace brotar palabras desde allí. Entiendo que este país, como así también otros, está dividido por falta de conversaciones en torno al conocimiento. Y conocemos e ignoramos casi proporcionalmente. En síntesis, los procesos humanos no están siendo guiados por el conocimiento, lo cual implica también hablar de los procesos sociales y políticos. Es así que simplemente es una aproximación a Bolivia en 46 días, mediante los relatos de vivencias, lecturas y deducciones. Estuve visitando, cronológicamente, Tarija, San Lorenzo, Uyuni, Potosí, Santa Cruz, Vallegrande, La Higuera y Puerto Quijarro. Sucintamente, en Bolivia hay culturas que resisten y que han logrado encontrar otra llave, como dice el Martín Fierro. Por ende, sé que me llevo mucho más de lo que estas palabras e imágenes pueden ofrecer y que, sin embargo, falta mucho por conocer. De todas formas, prefiero intentar ordenar mis impresiones sobre Bolivia y compartirlas. Las urnas y las historias A saber, Bolvia tendrá sus próximas elecciones presidenciales en 2019. Según la mayoría de los periódicos, nacionales e internacionales, el actual presidente Evo Morales perdería en la segunda vuelta ante el expresidente Mesa. Sin embargo, otras opiniones aseguran que, de presentarse, Morales ganaría las elecciones nuevamente. Tal situación se ve agravada en tanto que ya existió un referéndum, en febrero de 2016, donde el “NO” al proyecto constitucional de Evo se impuso ante el “Sí”. Fue 51% ante el 49%. Semejante situación se vive en las calles, mediantes actos y pintadas que recuerdan esa consulta popular. La denominada oposición es la que se encarga de recordarlo con marchas, recitales y hasta publicidades en avionetas. Entonces, quien figura como el sucesor de Evo Morales es Carlos Mesa, periodista y cineasta, quien  ingresó a la política como vicepresidente. Posteriormente, fue presidente luego de la renuncia de su compañero de fórmula Gonzales Sánchez de Lozada. Mesa realizó algunas modificaciones en la Constitución de Bolivia, lo cual generó la posibilidad del referéndum en ese país. Sin embargo, no avanzó con la Ley de Nacionalización de hidrocarburos, que sí efectivizó Evo Morales. Evo Morales y Álvaro García Linera, presidente y vice respectivamente, provienen de dos vertientes: el primero del sindicalismo y el segundo de la intelectualidad, ex guerrillero indigenista. Linera, según relatan los pobladores, era una figura que aparecía en los medios de comunicación, con opiniones críticas y siempre abriendo debates. Su grupo político de llama Comuna, en alusión a “La comuna de París”. Ambos, Morales y Linera, han sufrido detenciones y, el primero, hasta intentos de asesinato. Actualmente, integran el Movimiento hacia el Socialismo (MAS). Opiniones y datos A decir de Filemón Escobar, sindicalista minero y uno de los mentores del MAS, éste “se fundó en el principio de la economía de reciprocidad; dos, nada de derribar un árbol, ni tesis industrialista”[1], lo cual implica solo algunos aspectos del movimiento del que él, actualmente, está alejado. En suma, él fue diputado por Izquierda Unida (IU) y, más tarde, senador del MAS. Según opina el músico, en intercambios epistolares, ”realmente hubo un cambio antes y después de la nacionalización de los hidrocarburos. Los parámetros que critico son actuales. Pero todo esto que vos manifiestas en números es a lo que me refería con la parte buena del gobierno que en realidad responde sobre todo a buenas determinaciones económicas a principios del primer mandato y también hay una parte positiva en el ámbito social que supongo que es más difícil medir en números y tiene que ver con la inclusión y la aceptación de la diversidad”, eso es lo que decía al respecto de los siguientes datos estadísticos de los once años el Estado Plurinacional de Bolivia: “En 2005 la extrema pobreza en el área urbana era de 24,3 y en la rural de 62,9 por ciento, pero en 2015 esas cifras bajaron a 9,3 y 33,3 por ciento, respectivamente, en tanto la pobreza moderada descendió del 60,6 por ciento en 2005 al 38,6 por ciento en 2016. Mientras la desigualdad de ingresos entre el 10 por ciento más rico frente al 10 por ciento más pobre, se redujo en los últimos 11 años de 128 a 37 veces”[2], según se expresó en un acto oficial, a 11 años del nuevo Estado Plurinacional que se constituye como un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país, como reza su nueva y actual constitución. Del Che a Evo Si bien el voto universal en Bolivia se consiguió en 1952, más de una década después, la presencia del Revolucionario Ernesto Che Guevara también tiene que ver con la actual gobernación. No solamente porque el Che pretendía terminar con las nefastas condiciones que se vivían en ese entonces, sino porque lo que quedó de aquellos sindicalistas que apoyaban la lucha del guerrillero heroico es lo que llevó a la conformación del MAS y a Evo a la presidencia. Vale recordar que los sindicalistas mineros que sobrevivieron a la matanza en Potosí en abril del ’67, fueron “ubicados” en el sector cocalero. Así, de alguna manera, ellos fueros quienes ayudaron a sindicalizar a éste sector productivo del país. Como también la actualidad es producto de la Radios Comunitarias Mineras y del teatro del anarquista Liber Forti. La realidad histórica, los verdaderos hechos, escapa a cualquier escritura, por más que ésta trate denodadamente ajustarse a esa verdad histórica. Lo cierto es que en Bolvia, por la TV, se pueden ver a campesinos de comunidades indígenas recibiendo el título de tierra. Eso, en Latinoamérica, se desprende de la prevalencia de los latifundios, las oligarquías diversificadas, los terratenientes venidos a arrendatarios, al pool de siembra, males aparentemente indómitos de las jóvenes Naciones de América Latina. Y viene a cuento para repensar y ser autocríticos con nuestras democracias y nuestros Partidos Políticos.                    BO. BR. y en 2017        

© Casa de América, 2024