Dirección: Marcelo Piñeyro Producción: Haddock Films, Castafiore Films, Telefe, Tornasol Films. Productores: Gerardo Herrero, Mariela Besuievsky, Vanessa Ragone. Productores asociados: Axel Kuschevatzky, Hugo Kusnet. Argumento: Basado en la novela homónima de Claudia Piñeiro. Guión: Marcelo Figueras, Marcelo Piñeyro. Fotografía: Alfredo Mayo, A.E.C. Dirección artística: Federico García Cambero, Juan M. Roust. Montaje: Juan Carlos Macías. Sonido: Eduardo Esquide, Perfecto San José. Música: Roque Baños. Intérpretes: Pablo Echarri, Leonardo Sbaraglia, Ernesto Alterio, Juan Diego Botto, Ana Celentano.

(Buenos Aires, Argentina 1953). Director y guionista. Completados sus estudios de cine en la Facultad de Bellas Artes de La Plata, se asocia en 1980 a Luis Puenzo en Cinemanía, productora de cine publicitario que en muy poco tiempo se transforma en líder en Latinoamérica. En 1984 es productor ejecutivo de La historia oficial, ganadora del Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa, entre otros innumerables premios. Por su rol de productor ejecutivo es nominado al premio David de Donatello al Mejor Productor Extranjero. En 1993 debuta en la dirección cinematográfica con Tango feroz (coguionista junto con Aída Bortnik), película que marca un récord histórico en Argentina de asistencia a las salas en ese año, recibió, entre otros, el Premio del Jurado Joven en el Festival de Internacional de Cine de Donostia-San Sebastián. Caballos salvajes (1996), su segundo film, con casi un millón de espectadores, se convirtió en la segunda película más vista en la Argentina en 1995. Se estrenó en España en 1996 donde permaneció casi un año en cartel y fue reconocida con una Mención Especial del Jurado en el Festival de Cine de Sundance. Cenizas del paraíso (1997), su tercer largometraje, se convirtió en una de las películas más vistas del año en Argentina; superó la cifra de los 850.000 espectadores y obtuvo el Premio Goya a la Mejor Película Extranjera de Habla Hispana (1997). Plata quemada (1999) es su cuarto largometraje. El guión, del cual es coautor junto al escritor Marcelo Figueras, está inspirado en la exitosa novela homónima de Ricardo Piglia (Premio Planeta 1997). En Argentina superó la cifra de los 600.000 espectadores. También fue estrenada en España logrando excelentes críticas y una muy buena repercusión de público. Fue elegida por Los Ángeles Times como una de las mejores diez películas de 2001 y recibió el Premio Goya a la Mejor Película Extranjera de Habla Hispana. En Historias de Argentina en Vivo (2001), participó con la dirección del cortometraje El Dorado, sobre León Gieco. Kamchatka (2002), su quinto largometraje, fue la segunda película nacional de mayor recaudación del año 2002. En España se mantuvo al tope de las recaudaciones por varias semanas y obtuvo una excelente respuesta de la crítica. El método (2005), su sexto largometraje, inspirado en la pieza teatral El método Grönholmde Jordi Galceran recibió, entre otros, los premios: Goya al Mejor Guión Adaptado y al Mejor Actor de Reparto (Carmelo Gómez); Premio Círculo de Escritores Cinematográficos de España Mejor Guión Adaptado y Premio Círculo de Escritores Cinematográficos de España al Mejor Actor de Reparto (Carmelo Gómez). Las viudas de los jueves (2009), su séptimo largometraje, ha participado en el Lincoln Center Latinbeat New York, AFI Latin American Films Festival (Washington DC), Pusan International Film Festival, Festival Internacional de Río de Janeiro y Festival de Cine Latinoamericano de San Pablo. Ismael (2013), su octavo y último largometraje hasta la fecha, es una producción española, que obtuvo una muy buena acogida por parte del público y la crítica especializada. En 2001 en el Festival Internacional de Seattle (Estados Unidos) le otorgó el Emerging Masters Award a su trayectoria, premio que se entrega anualmente y distingue a los directores más promisorios del cine mundial. Actualmente se encuentra trabajando en el desarrollo de sus próximos proyectos.

Claudia Piñeiro inicia su novela Las viudas de los jueves con una cita de Tennesee Williams de su pieza El zoo de cristal: “La época en que transcurre la acción es el lejano período en que la enorme clase media de los Estados Unidos se matriculaba en una escuela para ciegos”. Y ésa fue la clave que me puso en marcha para encarar este film, que es una mirada sobre la crisis que desemboca en el estallido social de diciembre de 2001, pero desde los sectores del privilegio, los que celebraron las causas que provocaron una de las mayores crisis de la historia argentina. A fines del año 2001, la Argentina está a punto de estallar pero en el barrio privado de Altos de la Cascada nadie lo menciona. La vida transcurre idílica como siempre, entre casas que imitan mansiones sureñas, jardines de diseño y piscinas climatizadas. Separado de la realidad por muros y cámaras que todo lo vigilan, el country de Altos de la Cascada es una burbuja perfecta en un país erizado de espinas. Hasta que una de sus piscinas recibe un regalo macabro: tres cadáveres, de vecinos destacados del country. A partir de allí, el film desandará el camino hacia las razones que hacen del crimen una muerte anunciada. En Las viudas de los jueves intento continuar una reflexión iniciada en Cenizas del paraíso y continuada en El método. Como en aquellos films, con el aire de un thriller, intenté realizar una indagación acerca del sector social funcional a las políticas que generan la decadencia, que aplaude y celebra su aplicación, y que también termina victimizado. Esos amplios sectores que viven “matriculándose en una escuela para ciegos”.