Letanías del polvo. Viaje a México reúne fotografías de los viajes que Paolo Gasparini realizó a México entre 1971 y 2007. Los viajes de Gasparini por México cumplen el doble cometido de ofrecer testimonio y crear un espacio de reflexión no ajeno al misterio. Gasparini demuestra que la fotografía puede ser un acto de conciencia. Las fotografías de este documental son miradas en los territorios que trazan la frontera con Estados Unidos, la inagotable Ciudad de México, la sierra Tarahumana y el territorio zapatista. A veces, lo que vemos nos desconcierta por ser próximo y reconocible; a veces, porque permite múltiples interpretaciones. La fotografía de Paolo Gasparini solicita que el ojo vea con atención, que interrogue y construya un sentido para el caos y el asombro. Los textos de Juan Villoro en Letanías del polvo. Viaje a México, reaccionan a las intensas fotografías del fotógrafo. Dice Villoro que Gasparini ofrece en este vídeo“un ritmo de lectura distinto al de un libro o una exposición. En ocasiones, detiene o repite tomas; en otras, las entrega en rápidas secuencias como barajas de un juego de azar”. Y el escritor continúa diciendo: “La palabra que sirve de pista no busca describir lo que ve el espectador; propone una reflexión paralela, una 'voz interior': lo que un lenguaje piensa al ser estimulado por otro. Busca un cruce imaginario, la zona donde podemos oír una imagen o mirar una palabra.” Estos textos trazan un doble itinerario: hacia el país retratado por Gasparini y hacia las metáforas con que lo ha retratado la literatura. Sus pasos, afirma Villoro, siguen entre otros las huellas de Rulfo, José Gorostiza, Xavier Villaurrutia, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Martín Luis Guzmán, Monsivaís, Ramón López Velarde, sin olvidar mencionar las resonancias que provienen del calendario solar de José Luis Rivas, poeta de la tierra nativa. “Letanías del polvo es una prédica que no aspira a la versificación. Es prosa en trance de súplica: frases que buscan cargarse de sentido a través de las variaciones provocadas por una obsesión que se reitera. Al final del episodio sobre los tarahumaras estallan unos estampidos y brota, fragmentada, la palabra  'trueno en varias lenguas, tal y como aparece en la primera página de Finnegans Wake, de James Joyce:             "¡bababadalgharaghtakamminnarronnkonnbronntonnerronntuonnthunntr            ovarhounawnskawntoohoordenenthurnuk!". De ese modo, Gasparini desea señalar el paso del mundo tarahumara, que de acuerdo con Antonin Artaud resulta terriblemente anacrónico y desafiante para nuestra época, rumbo al caos de la gran metrópoli, los seres contaminados y resistentes de la Ciudad de México. Terminado el trabajo, nos cuenta Villoro, Gasparini se preguntó por la etimología de la palabra 'letanía'. Supieron entonces que venía de lite, 'súplica'. Sin saberlo, ambos habían trabajado en la misma clave para las dos secciones de este libro: las fotografías del libro El suplicante y la articulación fotográfica del DVD Letanías del polvo. Viaje a México. La letanía es un resto, lo que queda cuando sólo se dispone de un ruego interior. Palabras dispersas como guijarros, palabras que resuenan como piedras. Nuestro viaje por México comienza y termina, como en las cosmogonías prehispánicas y el relato bíblico, con la presencia resistente y leve del aire intervenido por el polvo.” *Las citas de Juan Villoro son tomadas de “Escuchar imágenes” en Paolo Gasparini. El suplicante. México 1971-2007, Editorial RM, México-España, 2010

(Gorizia, Italia, 1934 - Vive en Caracas) Paolo Gasparini se inicia en la fotografía a partir de 1953 en Italia. En 1955 viaja a Venezuela y trabaja como fotógrafo de arquitectura. Las propuestas visuales de Gasparini evidencian grupos humanos en el contexto del umbral de lasurbes modernas en Caracas, en Ciudad de México o São Paulo. El discurso de Paolo Gasparini define la fotografía ensayística en América Latina desde 1960 hasta el presente. Su universo temático está vinculado al género documental con sus múltiples aristas. El eje de audiovisuales, foto murales o fotolibros que ha desarrollado está formado por fotografías tomadas de manera directa. En un trabajo de «postproducción» que lo ha caracterizado, el fotógrafo yuxtapone y asocia imágenes, transformándolas en imágenes dialécticas: un sistema para detonar ideas, apuntando así a una lectura en conjunto y en retrospectiva. Ha publicado fotolibros fundamentales en la historia de la fotografía latinoamericana, entre ellos: La ciudad de las columnas, con texto de Alejo Carpentier (1970); Para verte mejor, América Latina, texto de Edmundo Desnoes (1972); El suplicante, con texto de Juan Villoro (2010); Retromundo (1987) Karakarakas (2014) y Del reverso de las imágenes (2015), con textos de Victoria de Stefano. Las obras de Gasparini forman parte de las siguientes colecciones: Biblioteca Nacional de París, Museo de Arte Reina Sofía, MoMA, George Eastman House, Centro de Arte Contemporáneo Fundación Televisa, Centro de investigación y archivo de la fotografía (CRAF), Spilimbergo, Biblioteca Nacional de Venezuela, Museo de Bellas Artes de Venezuela, Galería de Arte Nacional de Venezuela, Archivo Paul Strand, Universidad de Arizona, Universidad Metropolitana de Itzapalapa y Casa de las Américas en Cuba.

Nació en la Ciudad de México, el 24 de septiembre de 1956. Estudió la licenciatura en Sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana, Campus Iztapalapa. Condujo el programa de Radio Educación,”El lado oscuro de la luna” de 1977 a 1981. Fue agregado cultural en la Embajada de México en Berlín, en la entonces República Democrática Alemana, de 1981 a 1984. Fue director del suplemento La Jornada Semanal de 1995 a 1998, además de impartir talleres de creación y cursos en instituciones como el Instituto Nacional de Bellas Artes y la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha colaborado en las revistas Cambio, Gaceta del Fondo de Cultura Económica, Universidad de México, Crisis, La Orquesta, La Palabra y el Hombre, Nexos, Vuelta, Siempre!, Proceso y Pauta, de la cual fue jefe de redacción, así como en los periódicos y suplementos La Jornada, Uno más uno, Diorama de la Cultura, El Gallo Ilustrado, Sábado, entre otros. De 1976 a 1977 fue becario del INBA en el área de narrativa e ingresó al Sistema Nacional de Creadores Artísticos desde 1994. Entre sus obras más representativas están: Aforismos de Georg Christoph Licbtenberg (Premio Cuauhtémoc deTraducción 1988); El profesor Ziper y la fabulosa guitarra eléctrica (Lista de Honor 1993 del IBBY con sede en Suiza por mejor libro para niños publicado en México), El disparo de Argón (cuya traducción ingresó, en 1993, en la Bestenliste, lista de los diez mejores libros publicados en Alemania); La casa pierde (Premio Xavier Villaurrutia 1999); El testigo (Premio Herralde de Novela 2004) y Dios es redondo (Premio Internacional de Periodismo Vázquez Montalbán 2006 en la categoría de periodismo deportivo).