18/04/1994. Raúl Taladrid, vicepresidente del Comité Estatal de Colaboración Economica de Cuba, presenta su ponencia a puerta cerrada: "Iberoamérica: Diversificación de sus relaciones económicas, la Unión Europea". En ella, contextualiza la situación mundial tras la Guerra Fría, en la que ha quedado una super potencia militar y tres super potencias económicas que luchan por la hegemonía mundial y que están provocado una incertidumbre en todos los contextos que se van a tratar en la próxima Cumbre Iberoamericana. Ante este nuevo orden mundial, el ponente defiende que hay una ingobernabilidad debido al abandono en las políticas de desarrollo y que solo se favorece a los países que forman parte de los bloques económicos. Por ello, se basa en que hay que diversificar las relaciones económicas internacionales. En opinión de Raúl Taladrid, Estados Unidos no tiene políticas de cooperación con Latinoamérica como tampoco las tiene la Unión Europea y por ello, ve factible una unión de América Latina y El Caribe en la que no se renuncie a la tecnología, apoyarse en las empresas trans-regionales y avanzar en políticas científicas, productivas y comerciales de manera externa. La última hora queda dedicada a un debate entre los intervinieres en el que Jorge Eduardo Navarrete, embajador de México en Chile, habla de la evolución del mundo y de las políticas y las economías como un elemento a tener en cuenta a la hora de establecer uniones con los países y recomienda a Raul Taladrid una estratega común de diversificación. Carlos Pérez del Castillo, presidente del CPP, ve como paso lógico el acercamiento con Estados Unidos y realizar políticas latinoamericanas con Europa y Japón basadas no solo en las inversiones, la deuda y el comercio. Finaliza indicando que lo ideal sería unas políticas complementarias que ayudasen a las distintas alianzas económicas y con la máxima flexibilidad sin abandonar los principios e intereses individuales de cada país. Carlos Morales Landivar, secretario Nacional de Industria y Comercio de Bolivia, denuncia que América Latina ha actuado poco porque ha medido mal sus campos de actuación y pone como ejemplo de buen hacer a Chile, quienes han abierto fronteras y buscado soluciones. Finaliza reflexionando sobre el papel de los gobiernos y sus actuaciones.