Sobre la autora:

Silvina Cerminara nació en Buenos Aires, en 1971. Es Licenciada en Artes Visuales (2004, UNA, Universidad Nacional de las Artes), siendo su Directora de Tesis Margarita Paksa. Profesora Superior de Pintura (1998, Escuela Superior de Bellas Artes de la Nación 'Ernesto de la Cárcova') y Profesora Nacional de Pintura (1994, Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón). Completa su formación en el taller de escultura de Edgardo Madanes (2017-2018) y en el taller de pintura de Aníbal Carreño (1990-1993). Recibió Mención de Honor en el Concurso Premio Anual Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires a la Producción Pictórica (2011), organizado por la Dirección General de Cultura de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Argentina) y Premio al artista menor de veinticinco años, en el XXVI Salón de Artes Plásticas 'Fernán Félix de Amador' (1994), organizado por la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Vicente López. Realizó exposiciones individuales en el Centro Cultural Borges (2015, Bs. As.), en la Galería Filo (1999, Bs. As.) y en el Centro Cultural Recoleta (1996, Bs. As.). En el exterior expuso en la Galería Déclic (2002, Luxemburgo), en el Centro Cultural 'Jacques Franck' (2001, Bruselas) y en la Casa de América Latina (2000, Bruselas). Fue seleccionada para integrar la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo, Palazzo Degli Affari (1997, Florencia); en el V Certamen Artístico Internacional AskatasunArte (2020, San Sebastián); en el Salón de Artes Plásticas Manuel Belgrano, en la categoría Escultura (Museo de Artes Plásticas 'Eduardo Sívori', 2019, Bs. As.); en el 60° Salón de Artes Plásticas Manuel Belgrano, en la categoría Pintura (Museo de Artes Plásticas 'Eduardo Sívori', 2016, Bs. As.); en el Premio Bienal ÁreaTEC de Artes Visuales (Fundación Cassará, 2014, Bs. As.); en el Premio ArteBA 'Diez Pintores Bonaerenses' (Feria ArteBA, Feria de Arte Contemporáneo, 1998, Bs. As.) y el Premio Universidad de Palermo (Museo Nacional de Bellas Artes, 1998, Bs. As.). Se dedica a la educación, la investigación y la práctica artística.

Sobre la obra:

En su serie El lazo vacío, un maniquí articulado está intervenido con una cinta de madera en chapa. En esta obra utiliza un objeto que se utiliza para aprender a dibujar la figura humana. Objetos y sujetos iguales, alienados por su mismidad, que los aísla, los fragmenta y los encierra en su propio lazo. El lazo adquiere su verdadera dimensión, cuando se configura con el otro, siendo esta dimensión social la que nos estructura como sujetos.

En la serie La fragilidad de lo continuo ha ido trabajando con madera en chapa, lámina por lámina, como si fuera un mueble modular, formado por módulos, partes, que podrían cambiarse, renovarse, juntarse, alejarse, según el ánimo y el momento. Como sucede con las personas, que se relacionan con las demás de una forma u otra en las relaciones humanas, esta obra está mediada por la relación de las formas, como si fueran vínculos interpersonales mediados por las formas de relación. Así, su obra funciona como un dispositivo relacional, que contiene variables aleatorias en sus piezas que se fueron modificando, según las circunstancias. Explorando los lazos sociales, le interesa insertarse en estas relaciones para extraer formas.

La serie La mismidad muestra una obra que funciona como dispositivo relacional, que contiene variables aleatorias en sus piezas que se fueron modificando. Explorando los lazos sociales, le interesa insertarse en estas relaciones para extraer formas. Son maniquís articulados intervenidos con cintas de madera en chapa y varillas, objetos y sujetos con cualidades móviles, disponibles, e intercambiables. Parafraseando a Ernest Gellner, de la misma manera que el mueble modular, se compondría el hombre actual, formado por módulos que se irían renovando en virtud de lo que requieran las circunstancias. Sujetos iguales, que solo varían en tamaño, pero que carecen de particularidades que permitan distinguirlos a unos de otros. Así, su percepción queda limitada a un mundo construido por su propia mente, sin la validación que les aporta el encuentro con el otro. Esa misma limitación, los encierra en sus propios círculos, en un sistema individualista e indiferente, que los mantienen cerca y alejados a la vez. No es posible ser sin el otro, de ahí la necesidad de repensar la identidad como construcción social y como resultado de las relaciones.

Si quieres conocer más de su obra puedes entrar en su página web y en su perfil de Instagram. 

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