Vanguardias literarias en el Río de la Plata
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Esta muestra reúne el panorama literario de la época, que podría decirse que comienza en 1921, con la vuelta de Jorge Luis Borges a Buenos Aires, después de su estancia europea. La exposición se inicia con El cencerro de cristal de Ricardo Guiraldes, que cumple cien años, uno de los antecedentes, y termina con uno de los libros vanguardistas más tardío, En la masmédula de Oliverio Girondo (1954).
Vanguardias literarias en el Río de la Plata incluye además de libros, revistas y periódicos, fotografías originales de Horacio Coppola y Grete Stern, fotografías de los autores, manuscritos y objetos personales de los escritores. La exhibición está comisariada por Claudio Pérez Míguez y Raúl Manrique Girón, y las piezas expuestas forman parte de la colección del Museo del escritor (Madrid).
Además, el miércoles 6 de mayo se inauguró la exposición con las palabras de bienvenida de Tomás Poveda Ortega, Director General de la Casa de América, y la presencia de los dos comisarios.
Los sábados tendrá lugar los talleres gratuitos 'Cómo se hacía un libro'. Toda la información aquí.
NOVEDAD: El miércoles 3 de junio, a las 18.00, tendrá lugar una visita guiada a la exposición a cargo de los comisarios de la misma, Claudio Pérez Míguez y Raúl Manrique Girón. La entrada será libre hasta completar aforo.
Fecha: del miércoles 6 de mayo al sábado 6 de junio de 2015.
Lugar: Sala Diego Rivera
Hora: De lunes a viernes de 11.00 a 19.30.
Sábado de 11.00 a 15.00. Domingos y festivos cerrado.
Entrada libre hasta completar aforo.
Guillermo de Torre ve en Ricardo Güiraldes uno de los antecedentes directos de las vanguardias "merced a El cencerro de cristal y a las imágenes tan descomedidas –para el tiempo, 1915–, que luego cobrarían mayor firmeza en otros". Por eso esta exposición empieza con ese libro -que cumple cien años-, aunque el comienzo de las vanguardias en el Río de la Plata se puede situar en 1921 con el regreso de los Borges a Buenos Aires. Jorge Luis Borges que viene inmerso en el "ultraísmo" encuentra en la literatura un panorama excesivamente calmo, y estas ideas renovadoras son acogidas por un grupo de jóvenes dispuestos a "remover" las cosas.
La Buenos Aires de aquel momento es una ciudad en auge económico y en plena modernización, que se renueva arquitectónicamente, socialmente y por supuesto, también, culturalmente. Como en otros ámbitos sucede, la irrupción de las vanguardias en el ámbito literario implica el paso a la modernidad.
Se suceden diferentes hitos, a través de las publicaciones de libros y revistas, con la incorporación de los artistas plásticos que también encarnan la renovación, a través de grabados o dibujos. La aparición de la revista mural Prisma, dirigida por Eduardo González Lanuza, que saca dos números, en 1922, es uno de los primeros.
También en ese año, Oliverio Girondo publica en Francia, Veinte poemas para ser leídos en el tranvía, que incluye sus propios dibujos coloreados al pochoir por CH. Keller, que es considerado por muchos como el libro de autor más importante de la literatura argentina. Será republicado en 1925, en edición "tranviaria" por Martín Fierro. Girondo será una figura fundamental y el que se mantuvo siempre ligado a la actitud vanguardista. El anteúltimo libro de esta exposición, cronológicamente hablando es En la masmédula, un libro tardío que sin embargo creemos el más vanguardista del autor.
En 1923 Jorges Luis Borges publica Fervor de Buenos Aires, con un grabado de su hermana Norah en la tapa, luego seguirán Luna de enfrente, también con ilustraciones de Norah y Cuaderno San Martín que lleva un dibujo de Silvina Ocampo. Esto es lo que se conoce como la trilogía "ultraísta" de Borges. Intercalados con estos libros de poesía publica también Inquisiciones (1925) editado por Proa y El tamaño de mi esperanza (1926), que lleva viñetas de Xul Solar. También con viñetas de este artista publica El idioma de los argentinos (1928).
Francisco Luis Bernárdez publica los poemarios Orto (1922), Bazar (1922), con ilustraciones de Rafael Barradas, Kindergarten (1924) con ilustraciones de Fernández Maza y Alcándara -(1925).
A los nombrados y otros, pertenecientes al "Grupo de Florida", llamado así en relación a la elegante calle de Buenos Aires, o "Martín Fierro", por su vinculación con esta revista, también los acompañan los autores y artistas del "Grupo de Boedo", vinculados al pensamientos soviético y al realismo social en contraposición a los primeros que vivían en una torre de marfil y entendían el arte por la belleza, el arte-forma, en palabras de Álvaro Yunque. Aquí están los que se reúnen en torno a la editorial Claridad, además del mencionado Yunque, Roberto Arlt, Elías Castelnuovo, Raúl Gonzalez Tuñón con por ejemplo Miércoles de ceniza (1928), La calle del agujero en la media (1930) y La rosa blindada (1936). No se trataba de grupos antagónicos, de hecho varios autores colaboraban en ambos, sino más bien una forma distinta de entender la creación.
Jacobo Fijman, el poeta judío, convertido al catolicismo, que pasó la mayoría de su vida en institutos siquiátricos, publica Molino Rojo (1926) con grabado de Pompeyo Audivert, Hecho de estampas (1929), y Estrella de la mañana (1931).
Leopoldo Marechal publica Días como flechas en 1926, Historia de la calle Corrientes, con fotografías de Coppola, en 1937, y Adan Buenosayres en 1948, en donde aparece reflejada la vida literaria de la época y las tertulias entre sus protagonistas. Las revistas forman una parte importante: Los pensadores, Martín Fierro, Claridad, Inicial, Síntesis, Nosotros, Libra, Poesía, Número y por supuesto Sur, fundada por Victoria Ocampo en 1931.
Un autor poco conocido pero muy interesante, vanguardista "radical" es Omar Viñole, también conocido como El Hombre de la Vaca, del que se presentan varias publicaciones, entre ellas El silencio de Dios, publicado por Anaconda en 1937, con prólogo de Ramón Gómez de la Serna.
Hubo un aporte de autores fundamentales, no argentinos, pero que se establecieron allí. Como es el caso de los españoles Ramón Gómez de la Serna, radicado en Buenos Aires desde 1936, y Guillermo de Torre que se casó con Norah Borges en 1928. Ramón Gómez de la Serna fue íntimo amigo de Oliverio Girondo y fue este su principal apoyo en los primeros años de vida en Argentina.
También se incluyen ediciones de autores de la otra orilla, Montevideo. La Exposición de la poesía uruguaya hecha por Julio Casal, el director de la revista Alfar. Incorporamos un ejemplar de la etapa uruguaya de esta revista, con tapa de Joaquin Torres García y que perteneció al archivo personal de Juan Carlos Onetti. También la primera edición de El pozo (1939) de Onetti, precursor de la novela moderna latinoamericana y porque el volumen lleva un Picasso en la tapa, falso, hecho por un amigo.
Por supuesto que a estos nombres les siguen muchos, como Norah Lange, Nicolás Olivari, Ricardo Molinari, Alberto Hidalgo, Visconde de Lazcano Tegui, Leonidas Barletta, Macedonio Fernández, César Tiempo. Gonzalez Lanuza y otros.
Como ya dijimos, la "modernidad" de la cuidad de Buenos Aires propicia esta modernización literaria, por lo que el relevamiento fotográfico de la misma también tiene su sitio. En el año 1936, al cumplirse el cuarto centenario de la ciudad de Buenos Aires, se publica el libro Buenos Aires 1936, con fotografías de Horacio Coppola, quien junto a su esposa la fotógrafa alemana Grete Stern, habían realizado la primera exposición de fotografía moderna en los salones de la revista Sur el año anterior. Del Buenos Aires 1936 se incluye también la segunda edición encuadernada con espirales. El último libro de la exposición, cronológicamente hablando, es el Buenos Aires, publicado por Peuser en 1956, donde se incluyen fotografías de Grete Stern, la mirada más importante del Buenos Aires de mediados de siglo.
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