España 2013 / 105’ Dirección: Emilio R. Barrachina. Producción: Ircania Producciones. Producción asociada: Imagine Producciones. Producción ejecutiva: Emilio Ruiz Barrachina, Silvia Pérez. Guión: Gonzalo Suárez, Emilio Ruiz Barrachina, Andrés Acevedo. Fotografía: Joaquín Manchado. Dirección artística: Carlos Bodelón. Montaje: Abián Molina. Sonido: Sergio Burman. Música original: Sergio González Carducci. Realizada con el apoyo de Canal Sur.  

Emilio Ruiz Barrachina(Madrid, 1963) Es escritor y director de cine, especializado en documentales. En 1997 regresa a España, después de vivir durante diez años en diversos países de América Latina, donde trabajaba de periodista y se desempeñó como corresponsal del servicio para América Latina de la cadena BBC. Su primera novela, Calamarí (1998), ha conocido varias ediciones. A ella siguieron A la sombra de los sueños (2000), adaptada al cine; El arco de la luna (2001), ganadora del X Premio Internacional de Novela Luis Berenguer; el ensayo Brujos, reyes e inquisidores (2003); la novela No te olvides de matarme (2004), de la que en 2005 se estrenó la adaptación teatral; el ensayo literario Tinta y piedra. Calaceite, el pueblo donde convivieron los autores del Boom (2005), y Le ordeno a usted que me quiera (2006). En 2007 ganó el III Premio Internacional de Poesía Rubén Darío con el libro Arroyo. Ha dirigido documentales para cine y televisión, entre ellos: Luz, espacio y creación (2004); Tinta y piedra (2004); Suiza y la migración (2005); Zindia. Las niñas soldado (2007); Winnie. El negocio de la paz (2007); Orson Wells y Goya (2008); La España de la copla (2009), y Luis Rosales. Así he vivido yo (2010). Asimismo, es autor de largometrajes como Lorca. El mar deja de moverse (2006), sobre la muerte del poeta Federico García Lorca el cual ha obtenido numerosos galardones internacionales. En 2010 dirigió el polémico largometraje El discípulo. En 2011 estrenó la película musical Morente, legado póstumo del genial cantaor granadino Enrique Morente, que recibió varios reconocimientos, entre ellos el de finalista a los Premios Goya 2012 al Mejor Documental; Premio Musiclip Fnac, Mejor Documental Musical de 2011, y Premio a la Mejor Película Flamenca 2011 en el Festival del Cante de las Minas de la Unión. La venta del paraíso, basada en una novela del mismo nombre que Emilio Ruiz Barrachina publicó en 2006 y que ha sido traducida a varios idiomas, es su última película.

"Partiendo de la novela homónima que publiqué en 2006, junto a Gonzalo Suárez y Andrés Acevedo nos propusimos el rodaje de una película fresca, diferente, atrevida, que escrita en tono de comedia dejara a la vez un regusto trágico y reconciliador. El escenario es una Madrid invernal al que muchos inmigrantes llegaron hace tiempo soñando con un paraíso que solamente se hizo realidad para unos cuantos. En el caso de Aura María ni siquiera puede atravesar las puertas del supuesto edén, sino que las encuentra cerradas a causa de los engaños que ha sufrido y también por los engaños que ella y su familia han mantenido desde el pasado. Me parece que en estos momentos una propuesta en la que conviven personajes de varios mundos, países, realidades e incluso vivos y muertos, es un atrevimiento que permite llegar a límites de tensión dramática y humor muy acordes con la actualidad. La película cuenta con un toque surrealista que funciona en apoyo de la trama y del propio enfoque humorístico. Los personajes evolucionan, cambian y se reinventan. Conviven en un mundo un tanto irreal, la pensión de doña Pura, una especie de Cohorte de los Milagros hecha a medida de los sueños de la protagonista. El escenario se convierte así en otro factor protagónico de la película. Aura María es la pieza clave sobre la que giran los demás personajes, salvo Oswaldo, el músico, que la acompaña en esta experiencia vital, cómica y trágica al mismo tiempo".

Emilio R. Barrachina Director

Un cuento de hadas que no lo parece

Por Gonzálo Suárez

El llamado realismo mágico es mágico en la medida en que la realidad nos resulta engañosamente real. Desde esa perspectiva, La venta del paraíso podría ser considerado un guión naturalista con derivas poéticas. O viceversa. A mi entender es, sobre todo, un cuento de hadas que no lo parece. Cruel como los cuentos y la vida. O como esas comedias donde las vicisitudes ajenas nos hacen olvidar las propias sin por ello desentendernos del mundo que nos rodea. Creo que este último enunciado se acerca más al propósito que mueve a Emilio Ruiz Barrachina al hacernos compartir la historia de Aura María, pero espero que no exista contradicción flagrante con mi alusión inicial a los cuentos de hadas. En La venta del paraíso la inocencia se ve amenazada por peligros que, si bien provienen de un contexto actual y reconocible, son extrapolables al bosque donde los lobos acechan y acosan. Por cierto, nunca sabremos si Aura María huye o busca. Ésa es quizá una de las claves soterradas de la película: nadie puede prever lo que, tras cada secuencia, puede suceder. Se hacía necesario mantener ciertas dosis de ambivalencia para evitar caer en un flagrante melodrama de explícito contenido social o recurrir a reminiscencias freudianas que se resolvieran psicológicamente en la revelación final. Desde un principio, personajes como Osvaldo y Olivetti (por sólo citar a dos) aportan humor y ternura, bondad y emoción, en un mundo hostil donde a la protagonista no le faltarán aliados ni al espectador incentivos. Sólo me resta agradecer a Emilio Ruiz Barrachina el que me haya permitido acompañarle en el transcurso de este viaje desde un país que él conoce bien hasta una ciudad donde un siempre ilusorio paraíso aguarda amenazador a la vuelta de cada esquina.

Gonzalo Suárez Coguionista