Otilia Portillo Padua (México, 1980) Estudió Arquitectura en la Universidad de Cambridge y en la Asociación de Arquitectos en Londres. Codirigió el cortometraje documental Tzolkin (Guatemala–México, 2001) sobre el sincretismo religioso en Guatemala y dirigió el largometraje documental Llegando al cielo todo se refleja (Guatemala–México, 2006). En 2010 fue becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. En 2011 ganó el premio Docs in Progress (DocsDF–Estudios Churubusco) de postproducción para la finalización de Diario a tres voces y participó en la DocStation del Talent Campus de la Berlinale con esta misma película.

Festivales Festival Internacional de Cine de Morelia, 2012. Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México - DocsDF, 2012. Festival SXSW. Austin, Texas, 2013. Ambulante - Gira de Documentales. México, 2013.  

Comentarios críticos Un documental bellamente filmado en el cual tresmujeres de diferentesgeneraciones, entre ellos una anciana de 90 añosde edad, una mujer de 50añosde edad y unaadolescente describen cómose enamoraron, cómo se desilusionaron, y cómosiguieron adelanteconsus vidas. Manuel Rueda ABC News Una conmovedora mirada multigeneracional de tres mujeres en relación a su edad. Daniela Michel Directora del Festival de Morelia en entrevista para Indiewire Un caleidoscopio vibrante y cinematográfico... emocionalmente rico... tanto humorístico y sentimental como las historias de amor deben ser. Jessi Cape The Austin Chronicle.

“La señora Dalloway decidió que ella misma compraría las flores". De "La Señora Dalloway" de Virgina Woolf (1925). Diario a tres voces surge a partir de un acetato educativo de los años setenta, un manual educacional sobre el amor que mi abuela paterna regala a mi madre al casarse. En este álbum se exploran la etapas del amor y el desencantamiento, entonces me surgió la idea de contrastar al amor “teórico” con la realidad de nuestras propias experiencias. Desde el principio busqué trabajar con los personajes desde su intimidad femenina y la espacialidad de la misma. Por tanto, los espacios no son sólo físicos sino una constelación de memorias y archivos personales. Las historias se desarrollan en sus habitaciones: videos caseros, fotografías, cartas y objetos ayudan a construir la textura correspondiente a la época de cada personaje. Todas ellas comparten características estereotípicas de la generación a la que pertenecen. En estas voces encontramos personajes cotidianos que se enfrentan a la vida con todo y sus pérdidas. La película utiliza la paleta de colores de los melodramas de los años cuarenta y cincuenta así como animaciones de cuentos de hadas como contrapunto de la noción idealizada del amor, pero también para acentuar la belleza de la femineidad.