La igualdad de género y el empoderamiento de la mujer no representan solamente un objetivo en sí mismo sino que son esenciales para la evolución de nuestras sociedades hacia un mundo más sostenible, en paz y seguro. La comunidad internacional reconoce la fuerza del potencial transformador de las mujeres y, de hecho, la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 establece que la igualdad de género es uno de los fundamentos de un mundo pacífico, justo e inclusivo. La ONU reconoce, por otra parte, el papel protagonista de las mujeres en la prevención, gestión y resolución de los conflictos y el mantenimiento de una paz duradera.  La implementación efectiva de este consenso global a favor de la participación plena de la mujer en los procesos de paz y seguridad requiere de políticas activas por parte de los Estados. La incorporación plena de las mujeres en nuestras Fuerzas Armadas es sin duda un paso clave para que las mujeres puedan desarrollar su papel transformador en las situaciones de conflictos y posconflictos.  La OTAN, pilar de las políticas de defensa de nuestros países, acaba de aprobar una renovada Política sobre Mujer, Paz y Seguridad y un Plan de Acción 2018 - 2020. Canadá y España, aliados en el seno de la OTAN, dos países con una visión común de los desafíos globales y del multilateralismo, están firmemente comprometidos en implementar la Agenda Mujeres, Paz y Seguridad y en trabajar para conseguir una mayor incorporación de las mujeres en sus Fuerzas Armadas. Estos procesos no están exentos de dificultades, pero instituciones y sociedad civil pueden aunar esfuerzos para ir superándolas y avanzar hacia una paz y una seguridad sostenibles e inclusivas.  “Empoderar a las mujeres no es solamente hacer lo correcto; es hacer lo inteligente: permite que los países sean más seguros y estables”,Jens Stoltenberg, Secretario General de la OTAN. “Nuestro mundo necesita más mujeres líderes. Y nuestro mundo necesita más hombres que defiendan a igualdad de género”,Antonio Guterres, Secretario General de la ONU.