actualidad

El Día de Muertos a través de las leyendas

Las leyendas se han convertido en uno de los principales atractivos del Día de Muertos, una festividad que se celebra por todo lo alto en América y también en España. Hay un gran abanico de relatos en cada país que dotan de sentido a esta festividad. Aunque en cada lugar se transmita una historia diferente, todas recogen el mismo mensaje principal: es un día para honrar a los difuntos. 

Estas historias pretenden narrar el vínculo que existe entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Gracias a estos rituales y narraciones, se puede evitar lo que dijo una vez el escritor Gabriel García Márquez: "La muerte no llega con la vejez, si no con el olvido”. 

Jack O'latern, la leyenda de la calabaza

Entre estas leyendas, hay una que es conocida a nivel mundial, la de Jack O'lantern, la famosa calabaza de Halloween. Esta historia, del siglo XIX, tiene origen irlandés, a pesar de que tenga una gran relevancia en Estados Unidos, y cuenta la historia de Jack ‘el tacaño’, una persona bebedora y que era reconocido por su gran astucia. Su fama llegó a oídos del diablo, quien fue a visitarlo para verificarlo y llevarse su alma. Cuando el ente apareció, Jack ideó un plan para poder tomar su última cerveza. De esta manera, el maléfico adoptó el cuerpo de un hombre y acompañó al protagonista a un bar.  

Tras pedir la cerveza, Jack se dio cuenta de que no llevaba dinero y convenció al diablo para que se transformara en moneda para engañar al camarero. Pero, en vez de pagar con la moneda, el astuto personaje introdujo el efectivo en su bolsillo, donde había un crucifijo. De esta forma, el demonio no pudo volver a su forma natural y acordó que le perdonaría la vida a Jack durante diez años a cambio de recuperar su estado original.  

Con ganas de revancha, el diablo volvió a por él tras ese periodo y le concedió un último deseo a Jack: comer una manzana que se encontraba en un árbol cercano. Cuando el protagonista subió al manzano, comenzó a lanzar crucifijos a lucifer y este tuvo que acceder a la promesa de que el alma del irlandés nunca acabaría en el Infierno.  

Años más tarde, Jack murió por sus excesos y Dios le negó la entrada al cielo. Ante esta situación, pidió al maligno entrar al Infierno, pero también se le cerraron las puertas. A cambio, el diablo le entregó un farolillo hecho con un nabo, en el que su interior albergaba una brasa eterna para que le alumbrara a Jack su camino. Los migrantes irlandeses introdujeron esta leyenda en Estados Unidos y, con el paso de los años, el nabo fue sustituido por la actual calabaza.  

El hombre que trabajó el Día de Difuntos 

En México, una de las leyendas más conocidas de esta festividad es ‘El Hombre que trabajó el día de difuntos'. Esta historia demuestra que a veces el trabajo no siempre es bueno, y que, en estas fechas tan marcadas, lo primero que hay que hacer es respetar y realizar ofrendas a los seres fallecidos.  

“No voy a perder mi tiempo en este día, debo ir a trabajar a mi parcela, cada día debo buscar algo para comer y no voy a gastar mi dinero para esta fiesta, que además me quita mucho tiempo”, dijo el protagonista, mientras la gente celebraba el Día de los Difuntos.  

Mientras el hombre trabajaba en su campo, escuchó unas voces que procedían del monte, y que decían lo siguiente: "Hijo, hijo, quiero comer unos tamales”. Sorprendido, el protagonista se dio cuenta de una cosa: era la voz de su padre y de sus familiares, que pedían las ofrendas que no recibieron.  

Ante esta situación, el hombre lo dejó todo y decidió correr raudamente a su casa. Al llegar, pidió a su mujer que preparara unos tamales mientras él descansaba. Pero, cuando su esposa fue a despertarle, no lograba el protagonista abrir sus ojos. Había muerto. Por ello, la leyenda dice que nunca se debe dejar las ofrendas el 2 de noviembre. De hecho, en México se prenden cohetes y bombas para espantar al demonio e incluso se encienden vela para iluminar el camino al difunto. 

La Sayona

Esta leyenda se puede remontar a la época de la conquista española en América. Han muchas versiones de esta historia, pero todas coinciden en algo: la protagonista es una mujer bella y misteriosa que busca hombres infieles. Su nombre es Casilda y era una persona muy celosa que desconfiaba de su marido.  

Un día, le llegó un rumor sorprendente: su marido le era infiel con la madre de la protagonista. Al enterarse de la noticia, los celos invadieron la mente de Casilda y la llevaron a acudir a su hogar para matar a la pareja. Cuando estaba ejecutando su venganza, la progenitora la maldijo con la siguiente frase: “Sayona serás siempre y, en nombre de Dios, que sea así”. 

Tras la condena, la leyenda cuenta que la Sayona castiga a todos aquellos hombres que han sido infieles o que están dispuestos serlo. La mujer aparece con un aspecto bello, y enamora a todos los barones que se propone. Cuando consigue llevárselos al monte, se convierte en un espectro temeroso y espeluznante con dientes afilados, garras y ojos llenos de ira. De esta forma, las víctimas quedan aterrorizadas e incluso mueren ante el horror que presencian.  

El Sombrerón

Una de las leyendas más típicas de Guatemala, aunque también cuenta con diversas versiones en Argentina, Colombia y México. Esta historia narra la vida de El Sombrerón, un hombre de baja estatura, que viste de negro y que porta siempre a lomos de su caballo un sombrero de grandes proporciones.  

Según la leyenda, el Sombrerón recorre las calles con el fin de poder enamorar a todas las mujeres jóvenes que se encuentre en su camino a través de su guitarra y su dulce voz.  

Una noche, vio a una muchacha y se quedó prendado de ella. Decidió acudir al hogar de la joven para cantarle una serenata y ella no le contó nada a sus padres. De repente, la víctima dejó de comer y, a pesar de los intentos de la madre, ella apareció con una trenza en el pelo hecha por el espectro y murió. De hecho, el Sombrerón acudió al velatorio, llorando lágrimas tan grandes como cristales.  

Se dice que al Sombrerón le encanta cabalgar a las mulas y los caballos hasta dejarlos cansados. Por ello, cuando un animal no cumple con sus tareas y no se comporta bien, el dueño siempre observa si tiene una trenza en su cabellera. Si es así ya no sirve para trabajar. 

actualidad

Feliz Día de Muertos

La tradicional fiesta se celebra los días 1 y 2 de noviembre en toda América Latina

© Casa de América, 2024