Nació en Bayamo, Cuba, en 1943 y se trasladó de niño a La Habana donde comienza su formación musical, tanto académica como la que resulta de la relación que establece con los trovadores de la calle. 

Sus composiciones tuvieron múltiples influencias: la música norteamericana como el jazz; la canción brasileña; la música barroca; pero fundamentalmente el filin y la música tradicional cubana. En sus inicios integró varias agrupaciones vocales interpretando standards del jazz americano y negro spirituals en los clubes nocturnos de La Habana. 

Paralelamente, siguió desarrollando su faceta como cantautor introduciendo innovaciones en la canción cubana, como ocurre en 1965 con su tema “Mis veintidós años”, que supone un puente entre el filin y la nueva canción. En los sesenta se forja su condición de compositor comprometido y crea temas que versan sobre el amor o el compromiso político y social. 

Grabó su primer disco “Versos sencillos”, en 1974, musicalizando al poeta cubano José MarY. A inicios de los ochenta publicó los álbumes “Yo me quedo”, “El guerrero” o “Comienzo y final de una verde mañana”, y el trabajo “Querido Pablo” (1985), un disco grabado en colaboración con destacados músicos y amigos, como Víctor Manuel, Chico Buarque, Mercedes Sosa o Luis Eduardo Aute. En la década de los noventa, además de seguir publicando varios discos como “Identidad” (1990), “Canto de la abuela” (1991), “Orígenes” (1995) o “Despertar” (1997), pone en marcha la Fundación Pablo Milanés, entidad para promover el desarrollo de la cultura cubana, proyecto que ayudó a visibilizar la obra de muchos artistas cubanos y fue evidencia de su acción de promotor cultural además de músico. 

Un gran trabajo colectivo, “Pablo querido”, surge a comienzos de este siglo XXI, como un homenaje de artistas latinoamericanos a su obra y en el que participaron, entre otros, Joaquín Sabina, Fito Páez, Caetano Veloso, Milton Nascimento, Los Van Van o el grupo Maná. En 2006 obtuvo un LaFn Grammy al Mejor Cantautor, con el álbum “Como un campo de maíz” y en 2015 recibió el Grammy a la Excelencia Musical. 

En los últimos años Milanés siguió colaborando con músicos noveles y consagrados como Chucho Valdés, Pancho Céspedes y Ara Malikian entre otros, con la realización de álbumes de estudio como “Regalo” (2007), “Renacimiento” (2013), o los trabajos a piano con José María ViFer (Canción de otoño, 2015) o Miguel Núñez, pianista de su agrupación (Flores del futuro, 2016). En 2017 colabora con su hija Haydée en “Amor” un disco homenaje que ella le dedicó y en “Amor y salsa” (2023), en el que se reinterpretaron sus temas clásicos en este género y que ha sido una publicación póstuma a su fallecimiento. 

De lo que nunca Pablo Milanés prescindió fue de las presentaciones en vivo, esenciales como trovador que necesitaba la comunicación con su público a pesar de las limitaciones de salud que tuvo a lo largo de su vida. 

“Días de luz” era la gira que realizaba durante 2022, año de su fallecimiento. 

www.milanespablo.com