Este año 2011 es el año declarado por la ONU, de los Pueblos Afrodescendientes, para el reconocimiento pleno de sus derechos culturales, sociales, civiles, políticos y su participación e inclusión en todas las esferas de la sociedad. Para la promoción de un mayor respeto y conocimiento de la diversidad, su herencia y su cultura. El fotógrafo Roberto Chile, ha retratado en imágenes el alma y costumbres de esos descendientes de africanos que llegaron a America abordo de barcos de esclavos y que con el paso del tiempo han forjado su habitad, en lugares en los que germino con fuerza su simiente. Chile ha elegido a los habitantes de la ciudad cubana de Guanabacoa  para trasportarnos visual y emocionalmente a ese proceso de arraigo africano, en tierras caribeñas. Regada con sudor, sangre y lágrimas la población Guanabacoa, han sabido trasformar por medio de la fotosíntesis del tiempo el sudor en son, las lagrimas en orgullo y la sangre en trabajo. La elección de Guanabacoa como marco de este excepcional trabajo realizado por Chile, no es un acto aleatorio o causal. El nombre de la ciudad de Guanabacoa es de origen taíno, indios originarios de la isla de cuba precolombina, significa  “sitio de aguas” o “lugar de las aguas”. Posiblemente refiriéndose a los muchos y abundantes manantiales que había en la zona donde hoy se encuentra ubicada esta ciudad y donde los barcos de esclavos arribaban para adecentar a los maltrechos y desgarrados esclavos antes de llevarlos a La Habana para su venta. Esta exposición compuesta por una selección de 37 fotografías de un amplio reportaje, es un canto a la multiculturalidad y pluralidad que tiene entre sus raíces la cultura afro y latinoamericana junto a la caribeña, que ha sabido cultivar y hacer florecer un fruto maduro, rico en tradiciones, con infinidad de colores y sabores.                                                                                                                                             Juan Carlos Moya Colabora: