Enero ha sido un mes de cambios para el Gobierno de Evo Morales. Su bajo índice de popularidad llevó al presidente a reestructurar su gabinete. Del anterior únicamente conservó a su vicepresidente, y a David Coquehuanca, ministro de Relaciones Exteriores y actualmente uno de los hombres fuertes del Gobierno. El Tratado de 1904 puso fin a la Guerra del Pacífico entreChile y Bolivia, pero también hizo perder a éste último más de 400 kilómetros de costa y 12.000 kilómetros cuadrados de territorio. Sin embargo, lo que más preocupa al Gobierno de Evo Morales es que con dicho acuerdo su país perdió cualquier salida soberana al océano Pacífico, dificultando enormemente sus rutas comerciales. Convencidos de su derecho a disponer de una vía marítima propia, el Gobierno presentó el pasado mes de julio ante los Tribunales Internacionales de La Haya una demanda para reformar los límites marítimos con Chile y Perú, y recuperar así una “salida soberana al mar”. Pero será en la 42ª. Asamblea General de la Organización de Estados Americanos,quese celebrará el próximo mes de junio en Cochabamba, donde volcarán sus esfuerzos diplomáticos para plantear a Chile esta restructuración de los límites marítimos. Y es precisamente en este asunto donde David Choquehuanca desempeña un papel de especial relevancia como ministro de Relaciones Exteriores. Pero éste no es el único reto al que se enfrenta. En septiembre de 2008, el presidente Evo Morales declaró al embajador de Estados Unidos persona “non grata”, acusándolo de ser "el que conspira (contra) la democracia y sobre todo el que busca la división de Bolivia". Su expulsión supuso una ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Es ahora responsabilidad de David Choquehuanca recuperar el contacto entre ambos estados. En este marco hay un importante punto de conflicto entre ambos países: la reivindicación de masticar la hoja de coca como derecho cultural de los bolivianos, que ha defendido en numerosas ocasiones el ministro Choquehuanca. A las conversaciones abiertas con Estados Unidos, Perú y Chile, el ministerio de Choquehuanca suma ahora una nueva problemática con Argentina. La reciente decisión del Gobierno boliviano de nacionalizar las acciones de la petrolera Pan American Energy (PAN) ha puesto en duda la disponibilidad de gas en Argentina, ya que ésta depende de la explotación de gas Margarita–al sureste de Bolivia-, de la que la PAN poseía un 25%. A pesar de esta nacionalización, la española Repsol –que posee un 35,5% del megacampo Margarita- ha afirmado que el bombeo de gas de Bolivia a Argentina no corre peligro.
El ministro David Choquehuanca tendrá la oportunidad de definir y explicar las nuevas líneas en materia de relaciones internacionales, en la conferencia que ofrecerá en Casa de América el próximo miércoles 8 de febrero. |