Capilla
Palacio de Linares
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Pareciera estar dentro de una iglesia, o en la nave de una catedral. Es la capilla, un rincón privado para la oración de los marqueses en el interior del Palacio de Linares. Su inspiración neobizantina, acorde con la época, nos da una idea de la majestuosidad que albergan todos sus detalles.
Rodean la estancia una hilera de arcos de medio punto sobre columnas de estilo corintio, que se extienden sobre un suelo de mármol con motivos geométricos. Acompañan al inquilo en su visita a la capilla los once apóstoles, acomodados en las paredes en pinturas al óleo. Todos levantan la mirada al cielo, o tal vez al techo, cubierto por una cúpula sobre pechinas que es una de las maravillas de la sala: los 'Cuatro Evangelistas', la pintura de Alejandro Ferrant.
Cada ínfimo detalle contiene un significado especial en esta capilla del siglo XIX, que está iluminada por la linterna que se descuelga del centro de la cúpula y que aporta a la sala una luz cálida, un aura casi celestial. Un altar de mármol blanco preside la estancia, decorado con teselas de colores, y coronado por la imagen de la virgen y un sagrario.
Casa de América conserva estos tesoros en su interior, cerrados al público en general a excepción de las visitas guiadas, pero que abre ahora en esta galería virtual para vivir parte del encante de este palacio madrileño. Cada fotografía está acompañada de una extensa y exhaustiva descripción artística.