21/11/1996. Manuel Gutiérrez Estévez, antropólogo español, presenta el acto y a los participantes. Jacqueline Clarac de Briceño, profesora universitaria venezolana en la Universidad de Mérida (Venezuela), habla de cómo la medicina académica busca arrinconar y restar credibilidad a la medicina indígena y la situación de acoso que vive. Centra su exposición en la zona de la cordillera venezolana de los Andes, en la que los chamanes se enfrentan a diversas enfermedades. Entre las más comunes destacan las enfermedades causadas por espíritus, por brujos o por el desplazamiento de algún órgano. Los chamanes y la comunidad indígena, conciben la medicina como un arte, que es aprendida por los chamanes desde pequeños al ser transmitida por una diosa. En los rituales, afirma Jacqueline, que utilizan diferentes cataplasmas elaborados con plantas y frutas medicinales, que se aplican en la parte en la que el paciente tiene dicha dolencia. Los hongos, también se utilizan en los rituales, pero se debe tener cuidado ya que pueden ser muy peligrosos para la salud. Gerardo Fernández Juárez, antropólogo español, destaca la investigación que realizó sobre las mesas de las ofrendas y su composición y los rituales en Bolivia. La profesión de chamán es heredada por el primogénito, ya que entienden que el poder del padre es heredado por el hijo. Severino Vila Huanca, doctor de medicina indígena en Bolivia, habla de las diferentes plantas y medicinas que se utilizan para realizar cataplasmas. La hoja de coca es muy utilizada en Bolivia, ya que tiene poder curativo, al igual que frutas como la papaya. Los últimos veinte minutos se dedican al turno de preguntas, en el que Jacqueline habla de la distinción que realiza la medicina en occidente y la medicina indígena y como los chamanes tienen la capacidad de poder transformarse en animales. Entre algunas de las enfermedades más comunes, destaca el desplazamiento de órganos, ya que los indígenas consideran a los órganos como un ser con vida propia que se mueve y desplaza por el organismo como forma de protesta. Por último, debaten sobre si los chamanes tienen un honorario fijo o deben trabajar de forma altruista.