España se incorporó a las Comunidades Europeas en 1986, después de complejas negociaciones de adhesión que duraron varios años.  La entrada de España en la Europa política y económica que se había creado con los Tratados de Roma  en 1957 suponía la recuperación del puesto natural de nuestro país en el corazón de la Europa democrática y en un ámbito que vive en paz y prosperidad en gran parte gracias al proyecto de construcción europeo. La incorporación a las Comunidades Europeas ayudó a consolidar definitivamente la democracia en España, como Monarquía Parlamentaria. La Unión Europea ha demostrado una gran solidaridad con España que ha contribuido a un notable desarrollo socioeconómico del país y a su convergencia de renta con la media europea. España, a su vez, abrió al resto de Europa un mercado de más de cuarenta millones de personas, aportó su dimensión mediterránea e iberoamericana, además de convertirse en uno de los motores de la construcción europea al apoyar siempre una mayor integración y proponer iniciativas en esa dirección. España ha demostrado de forma reiterada este compromiso con el proyecto europeo apostando por ser uno de los países fundadores de la moneda común, siendo hoy la cuarta economía de la zona euro. Durante las dificultades económicas y financieras de los últimos años Europa ha mantenido su solidaridad con España, con iniciativas como el impulso al empleo juvenil  o con la línea de crédito para la reestructuración de la Banca española. España, por su parte, ha seguido impulsando una mayor integración, en especial en el ámbito de la Unión Económica y Monetaria.    Ante las próximas elecciones al Parlamento Europeo hay que tener muy presente que dicha figura encarna el principio democrático de la estructura institucional de la Unión Europea.  Mientras en España las Cortes Generales representan al pueblo español, en el que reside la soberanía nacional, en la UE son los ciudadanos europeos los que están directamente representados a través del Parlamento. El Parlamento Europeo como institución comunitaria ha ido ampliando sus responsabilidades y competencias como colegislador en la producción de la normativa comunitaria.