3/11/2015. Diez tapices del s.XIX que recrean escenas pertenecientes a las 'Fábulas de Jean de la Fontaine' han regresado a la sede de Casa de América, su antiguo hogar. El conjunto recuperado, compuesto por siete piezas de gran tamaño (2,70 x 1,60 m. aprox.) y tres menores (52 x 108 cm. aprox), fue adquirido por los Marqueses de Linares para decorar el palacio tras su construcción. Durante las últimas décadas, los tapices pertenecieron a uno de los herederos hasta que han sido recuperados por Casa de América al salir a subasta pública. Es importante destacar el excelente estado de conservación de los tapices, así como su gran valor artístito y patrimonial. Si no es muy habitual recuperar textiles debido a las particularidades de las piezas y materiales aún es menos común haber logrado una recuperación casi íntegra de todas las telas que decoraban la estancia, ahora bautizada como sala 'Octavio Paz', de la que no existía registro documental. Por ello mismo se trata de un hallazgo de profunda trascendencia pues completa la comprensión de los interiores no documentados del Palacio de Linares. Siete de los tapices recuperados representan las fábulas del lobo pastor; del zorro y el mono; del zorro y la cigüeña; del cuerpo y el zorro; del lobo y el perro; del lobo y el cordero; de las liebre y las ranas; y tres de ellos son bodegones de frutas y flores. Decoración del comedor de diario de los Marqueses de Linares Los siete más grandes se corresponden en forma y tamaño con las oquedades del paramento mural del comedor de diario de la planta primera del palacio. Dispuestos sobre bastidor, habrían sido extraídos en un período comprendido entre los años 1902 y 1985. Representan escenas moralizantes vehiculizadas a través de animales convertidos en los protagonistas de los relatos de las 'Fábulas de la Fontaine'. Se trata de una temática muy presente en las manufacturas textiles francesas desde el s.XVIII. En su origen, el conjunto estaba compuesto por ocho tapices grandes (atendiendo al número de vanos de la sala y a la disposición de los mismos), aunque no existe testimonio ni documentación del paradero de la octava pieza. Los tres de menor tamaño ocupaban el espacio correspondiente al dintel, sobre las puertas del comedor. Estos bodegones de frutas y flores fueron realizados en la misma tonalidad que el resto de tapices. Además, la temática representada es acorde a la línea del espacio para el que fueron concebidos. En breve, los tapices volverán a colgar de las paredes del comedor para poder ser admirados por el público.