25/2/2013. ¿Qué supone estar nominado al Oscar al Mejor Cortometraje? Se lo preguntamos al cineasta Nacho Vigalondo, que experimentó esa sensación en 2004 gracias a 7:35 de la mañana. "El corto nació de un momento de mi vida particularmente sombrío. Me planteaba ese corto como mi última oportunidad para ser cineasta. Este corto era el doble o nada", recuerda el director de cine. Ante la guitarra con la que interpretaba el tema de su famoso corto, Vigalondo confiesa no tener la menor idea de qué vio la Academia para nominarlo: "Si en aquel momento yo fui el primer sorprendido, sigo siéndolo. Quizá todo se trate de una gran conspiración y viva en el Show de Truman... siendo yo Truman". Con dos largometrajes en su haber (Los cronocrímenes y Extraterrestres), y otro entre manos (Open Windows), admite que "de no haber existido este giro sorpresa" en su vida, "no hubiera llegado a hacer largometrajes".