Guillermo Heras, coordinador de este ciclo, tiene como objetivo mostrar parte de la rica y variada
dramaturgia actual de los países latinoamericanos. El ciclo dará comienzo con la lectura dramatizada de la obra "Riñón de cerdo para el desconsuelo" de Alejandro Ricaño (México), a cargo de los actores Eva
Redondo y Fernando de Retes.
Se realizarán lecturas dramatizadas y representaciones teatrales de autores de Argentina, Ecuador, Chile, Colombia y México. La próximas fechas serán el 7 de abril, coincidiendo con la Noche de los Teatros, con la obra " Yo no estoy loca" de Fabio Rubiano (Colombia). El 7 de mayo será el turno de " Gestrudis o la prótesis" de Lucía de la Maza (Chile).
La finalidad última del ciclo es la de abrir un punto de encuentro entre actores y espectadores, así como servir de "escaparate" para que los profesionales del medio puedan interesarse por la producción posterior de algunos de estos textos.
Esta primera lectura dramatizada -dirigida por Guillermo Heras, coordinador del ciclo- contará con la actuación de Eva Redondo, acrtiz, dramaturga y directora; y Fernando de Retes, actor, escritor y director de cine. En el acto también participará Guillermo Heras, director de escena, autor y gestor cultural, y coordinador de este ciclo.
La entrada a todas las representaciones será gratuita hasta completar el aforo, exceptuando la del día 7 de abril, que tendrá un coste de 3 euros.
Sobre Riñón de cerdo para el desconsuelo. Samuel Beckett se mudó a París en 1929. Cuenta James Knowlson, autor de su biografía más completa ("Condenado a la fama"), que allí se reunió con otro irlandés, protagonista fundamental también de la literatura del siglo XX: James Joyce. El encuentro suscitó una anécdota un tanto curiosa y ridícula: Lucia, la hija de Joyce, se enamoró del discípulo de su padre, Beckett, pero éste la rechazó por ser bizca.
Esta anécdota tal vez banal pero que sin duda humaniza a estos dos grandes hombres, es el punto de partida para contar la historia de Gustave y Marie, dos personajes que no logramos saber con claridad si son reales o ficticios, si formaron parte de la Historia o son sólo parte de una ficción y que, según alega su relato, ayudaron a Beckett a escribir una de sus obras más conocidas.
El espectáculo rinde varios homenajes: a Beckett, recorriendo fielmente hechos relevantes de su trabajo y de su vida; a su mentor y amigo Joyce, a través de sucesos de su monumental "Ulises"; al amor incondicional, en la figura de Marie y al artista malogrado, al artista anónimo, que da todo de sí por un bien mayor, en la de Gustave. Y sobre todo, es un tributo al amor que, trascendiendo lo personal, se convierte en grande. Un amor que se entrega a la esperanza, ofrendándose al incierto futuro.
Sobre el autor de Riñón de cerdo para el desconsuelo
Alejandro Ricaño es considerado uno de los más brillantes autores de la escena actual mexicana. Egresado de la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana obtuvo su primer éxito con la obra Un torso, mierda y El secreto del carnicero en el año 2006. Recibió el Premio Nacional de Dramaturgia Emilio Carballido (2008), por su obra Más pequeños que el Gugghenheim, lo que le convirtió a los 25 años en el autor más joven en ganar ese importante premio.
Su obra Idiotas contemplando la nieve, también del 2008, fue finalista del Premio Nacional de Dramaturgia del Instituto Nacional de Bellas Artes. Becario del programa Jóvenes Creadores del FONCA, otras obras suyas son La guerra en la niebla y El amor de las luciérnagas. Su obra Riñón de cerdo para el desconsuelo ha sido representada en varios países de América Latina.