Kavita Parmar, es una activista que usa el diseño como herramienta para expresar la situación actual del sistema de la moda. Es fundadora y creadora de The IOU Project, una empresa dedicada a difundir el trabajo de 243 tejedores de la zona de Madras, India. Cada pieza confeccionada de IOU viene con un código QR que conecta al consumidor con los creadores que han intervenido en la cadena de valor; así se da reconocimiento y autoría a los artesanos y se da autenticidad a la prenda que compra el consumidor. Es también cofundadora del encuentro internacional XTANT, el cual gira en torno al patrimonio textil artesanal para apoyar el intercambio de conocimientos ancestrales, crear conciencia y generar nuevas ideas. Recientemente, ha sido comisaria, junto a la Embajada de Marruecos en España y Atelier Talasin, de la exposición Paisajes Tejidos sobre una colección de alfobras tejidas a mano por una cooperativa local de mujeres Amazigh en la Real Fábrica de Tapices.

Remigio Mestas, es un artista textil y promotor cultural, originario de la comunidad zapoteca Yalálag, Villa Hidalgo, en Oaxaca. Actualmente lucha por la dignificación del trabajo de los tejedores. Remigio trabaja con unos 350 maestros hilanderos, tintoreros, y tejedores de ocho regiones de Oaxaca. Su labor consiste en distribuir y vender el trabajo de los artistas entre sus tres tiendas ubicadas en Ciudad de México, San Miguel de Allende y Oaxaca, para después, regresar el dinero a las comunidades y seguir con la producción. La colección de prendas se confecciona con materiales y tintes como el índigo, el algodón Coyuchi, el caracol púrpura pansa, coco y la grana cochinilla.  Su trabajo ha sido expuesto en Museos de Perú, Colombia, Líbano, Indonesia y otros países de Europa, así como en un desfile de alta costura con DIOR en 2023. En este último se buscaba un precio justo y dar crédito al maestro tejedor, bordador y a la comunidad.

Zulema Gutiérrez, es una joven artista telera de origen argentino, que forma parte de la Cooperativa la Mesa Local de Laguna Blanca, y que en 2018 recibió el premio al mejor poncho; una pieza confeccionada en lana vicuña. Se trata de una Cooperativa fundada en 2017 por la iniciativa de unos pequeños artesanos que tenían por propósito continuar promoviendo la artesanía textil y la importancia de la vicuña en la cultura textil local. La importancia de continuar utilizando estas fibras tradicionales se debe a su vinculación con la cultura y la tradición local de estos artistas.